• Localidades más próximas: Talarrubias, Tamurejo, Garbayuela y Sancti-Spíritus

Situado por el costado de la umbría de la sierra de su nombre ocupando el centro de un ámbito especial delimitado por las aguas de los Embalses del Zújar y la Serena y las tierras de Ciudad Real.

A su alrededor rodeando un circulo a una distancia media de quince kilómetros, se encuentran las localidades de: Sancti Spíritus, Baterno, Tamurejo y Garlitos.

En la comarca de La Siberia, en la ladera de la sierra de Siruela, rodeada por ríos y embalses, se encuentra Siruela.

La presencia de Tartesos, Celtas, Romanos, Musulmanes y Templarios, han ido conformando la historia de Siruela, constituida en Villa y Señorío en 1370 por Alfonso XI, teniendo su punto más álgido en la Edad Media convertida en centro destacado de "La Mesta", la más importante Organización Ganadera Castellana.

La presencia de los Templarios en Siruela, está recogida en documentación de la época que atestiguan su presencia en estas tierras aproximadamente durante 80 años; y aunque no se puede dar fecha exacta de su llegada, todo hace suponer que sería a raíz de La Reconquista cuando Fernando III donó el Castillo de Capilla y su tierra a D. Esteban de Belmonte.

A un kilómetro aproximadamente al oeste de Siruela en la falda de su Sierra, existen dos gruesos muros de piedras y cal a los que se les dan el nombre de "Los Paredones". Son restos de la fortaleza que edificaron los Templarios. Su emplazamiento es claro que fue meditado, estaba en un altozano junto a un valle fértil y abundante de agua de manantial, que es hoy conocido por el nombre de "La huerta grande". Desde su enclave, se pueden divisar perfectamente los otros dos Castillos que existen en la comarca, el de Puebla de Alcocer y Herrera del Duque, desde donde se enviaban señales y podían divisar toda la comarca. Aunque faltan las piedras, datos sí se tienen de cómo era el Castillo según una descripción de Francisco Antonio Rey en el Interrogatorio hecho por él en 1788.

Actualmente, se conservan en perfecto estado y ejerciendo sus funciones primitivas el pilar y el estanque.
 

LA MESTA EN SIRUELA

Siruela, durante el tiempo de mayor esplendor para la Mesta, fue centro de gran importancia para esta organización ganadera. Tanto que obtuvo el privilegio de que en su recinto, se pudieran celebrar las Juntas de carácter nacional. Fue en 1273, cuando Alfonso X "El Sabio", reunió a todos los pastores de Castilla y les dió una carta de privilegios, donde era natural que les asignase un nombre relacionado con las Asambleas de pastores y propietarios, y fue ésta: "El honrado Concejo de la Mesta".

Así protegidos hasta el máximo por los Reyes, lamenta oficia tuvo seiscientos años de duración, desde 1273 hasta 1836, en que fue suprimida por Real Orden. A partir de esta fecha se le asignará otro nombre: "Asociación General de Ganaderos".

El primer rasgo distintivo de la organización pastoril trashumante en Castilla, es el referente a Las Cañadas, que son los caminos especiales destinados al tránsito de los ganados. La Cañada Real era el paso entre zonas cultivadas: huertos, viñedos y labrantíos. La anchura de esta, se limitaba a seis sogas de cuarenta y cinco palmos, o sea unas noventa varas. Los cordeles medían de anchura la mitad que las Cañadas reales, o sea cuarenta y cinco varas; y las veredas la cuarta parte, o sea, veintidós varas.

Para pertenecer a la Mesta bastaba con pagar el servicio y montazgo, que servía para pagar por los ganados trashumantes. Se puede pensar que en Siruela las Grandes Asambleas se celebrarían dentro del templo parroquial. Quedando múltiples documentos de dichas Asambleas. Como puede observarse, la importancia de la ganadería en esta localidad, se remonta desde siglos atrás, siendo la actividad económica principal del municipio.